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domingo, 12 de octubre de 2014

Coleccionando Librerías: La Buena Vida.

Esta pequeña librería enclavada a pocos metros del metro de Ópera y del Teatro Real ha sido mi pequeño gran descubrimiento de esta mañana. Me he acercado concretamente a visitarla con una amiga tras haber leído una muy buena reseña que se hacía de ella en la revista Jot Down. Tenía muchas ganas de conocer este café del libro.


Al abrir la puerta lo primero que me sorprende es la distribución, y quizá que me la esperaba más grande. Lo primero que busco con la mirada es una barra, estilo cafetería, al fin y al cabo es una librería-cafetería. Pero lo único que descubro son libros, y más libros, y una máquina de café en una esquina, justo al lado de una nevera repleta de refrescos. 
Nos dedicamos a observar un poco los títulos de las estanterías, mientras mi amiga busca algo de Jack London (fascinada por su actual lectura de Colmillo Blanco), yo hojeo sin compromisos, satisfechas mis ansias lectoras tras haberme hecho con un precioso ejemplar de Eugénie Grandet el lunes. Observo una pequeña sala algo más escondida en la que antes no había reparado y que parece repleta de libros infantiles, una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro al descubrir que el local es más grande de lo que pensé al principio. Es en ese momento cuando me encuentro de frente con un magnífico expositor vertical, de estos giratorios que contienen muchos libros... Dedicado a novela juvenil. He de reconocer que últimamente no es un género que me llame especialmente la atención, pero he empezado varias trilogías y en un momento me he encontrado con tres segundas partes en la mano, sufriendo por no poder llevármelas a casa. Las dejo con solemnidad y me acerco al librero para preguntarle por el sistema de cafetería. Me explica que es autoservicio y que pone los precios de cada cosa al lado. Un capuchino con bizcochos acompañan la siguiente hora de conversación, rodeadas de historias, levantándonos cada poco rato para preguntar por cierto libro que nos ha venido a la mente, coger de la estantería una portada llamativa o un autor curioso, o simplemente debatir sobre nuestras lecturas actuales.
Antes de abandonar el local nuestros instintos más bajos de lectoras nos impulsan a llevarnos un libro cada una, en mi caso al final me decanto por darle una oportunidad a una de esas segundas partes Lo que fue de ella secuela del fascinante Si decido quedarme que me conquistó hace ya varios años y que desconocía que tuviera continuación.
Y por supuesto, me he hecho con varios marcapáginas nuevos para mi colección.

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