Reseña: Ana la de Avonlea

Título: Ana la de Avonlea

Autor: L.M. Montgomery

Número de páginas: 292

Saga: Sí (#2)

Editorial: Toromítico

Género: Clásico Costumbrista

«Gilbert y yo hemos sido buenos enemigos. Pero hemos decidido que será mucho más sensato ser buenos amigos en el futuro.»

Desde que llegó a Tejas Verdes siendo una imaginativa niña pecosa de 11 años, que a pesar de su facilidad para meterse en líos se ganó el cariño de toda la gente de Avonlea, Ana se está haciendo mayor y llega ahora el momento de convertirse en una joven mujercita. A sus dieciséis años ha madurado mucho, aunque una gran parte de ella sigue siendo tan rebelde como su rojo cabello. En Ana, la de Avonlea, el tierno personaje creado por la canadiense L. M. Montgomery se enfrenta a nuevos retos como maestra de la escuela y fundadora de la Sociedad de Fomento de Avonlea, sociedad juvenil pensada para mejora del lugar. Su imaginación y su vitalidad seguirán haciendo que se vea envuelta en divertidos malentendidos y nuevos problemas que tendrá que resolver. Mientras Ana Shirley se convierte en mujer, sus aventuras y ocurrencias nos divertirán y tocaran nuestro corazón. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos planteamos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.

Como veis estoy siguiendo con esta saga y la verdad es que estoy muy enganchada (a estas alturas ya me he leído también el tercero) Y la verdad es que culpa de eso es que a partir de este libro la historia se empieza a alejar sustancialmente de la miniserie que, como ya comenté en la reseña de Ana de las Tejas Verdes, yo era tan fan ( y me sabía de memoria)

Empezando por la trama, como ya os he dicho, se alejaba bastante de lo que esperaba de ella, así que por ese lado muy bien. Por otro lado se ve a una Ana algo más madura (aunque no pierde nunca esa chispa infantil) que tiene que empezar a tomar responsabilidades como maestra de la escuela de Avonlea (sí, con 16 añitos que tiene, ahí es nada) Las cosas con los alumnos no irán, ni mucho menos como lo esperaba, puesto que en su mente ella iba a ser una profesora amable y comprensiva y todos los alumnos estarían deseosos de aprender. Nuestra protagonista se encontrará en este libro con varios jarros de agua fría que le mostrarán que la vida ni es tan maravillosa como ella piensa ni la gente es tan buena como cree. Pese a todo ella seguirá manteniendo esas muestras de pasión y de buena fe hacia todo y todos, lo que le dará también varias alegrías. Nos encontraremos con un libro plagado de personajes entrañables, como los dos mellizos que van a vivir a Tejas Verdes, la señorita Lavendar y Paul y el Señor Harrison. Y por supuesto continuará su amistad con sus viejas amigas y la nueva incorporación de Gilbert Blythe, así como algunos cambios que se darán a cabo en el grupo por "culpa" del amor. Pese a todo la trama en sí es bastante sencilla, y como siempre plagada más de pequeñas anécdotas que de un hilo en común, aún más que el primero, de modo que a mí me gustó menos y como trama no me enganchó tanto.

En cuanto a los personajes tenemos una lógica maduración de los personajes que ya conocemos, así como algunas adorables incorporaciones. Creo que Dora y Davy, los mellizos que adoptan en Tejas Verdes, le dan un punto muy cómico a la historia (el chico es travieso a rabiar!) Así como el señor Harrison, que aporta ese punto este lógico y cínico que saca de sus casillas pero ayuda mucho a reflexionar a Ana. Paul, un niño nuevo en la escuela, tan soñador como Ana (y que a mí personalmente me cargaba un poquito porque siempre estaba en un único modo, el modo soñador-vivo-en-los-mundos-de-yupi y me cansaba por no tener más profundidad). Por otro lado la señora Lavendar es ese punto de esperanza e imaginación que necesita Ana para seguir soñando y no perder ese toque de ilusión y de fe; su historia de amor de segundas oportunidades es preciosa. Aunque como dice Gilbert:

"Sí, es hermoso, pero Ana, ¿no habría sido más hermoso todavía si no hubiera habido ninguna separación ni ningún malentendido? ¿Si hubieran recorrido de la mano todo el camino a lo largo de la vida, si otros recuerdos detrás de ellos que aquellos que les pertenecían a ambos?"

Y es que Gilbert es un personaje que me enamora más y más tras cada libro y me parece uno de los protagonistas masculinos más irresistibles de la literatura.

(Escena de la miniserie correspondiente a este libro *-*)

En cuanto al estilo, la forma de narrar de la autora sigue siendo igual de deliciosa, descriptiva y evocadora que con el libro anterior; pero mi problema sigue siendo el ritmo. No logra engancharme porque me parece una suma de pequeños relatos y no logra mantenerme con la intriga, pero lo que te hace seguir con la lectura es el cariño que le coges a los personajes.

En resume, pese a que me sigue gustando la historia y tengo ganas de saber más, este libro no me ha gustado tanto como el primero. La ternura de Ana sigue igual pero le sigue faltando un hilo conductor fuerte que te enganche, pero eso sí, cada día me enamoro más de Gilbert *-*

Lo mejor

Los personajes a los que con cada libro les coges más y más cariño y el ambiente bucólico que describe.

Lo peor

La falta de un hilo conductor fuerte y que enganche, en vez de una suma de anécdotas.