lunes, 30 de septiembre de 2019

Relato de SEPTIEMBRE #OrigiReto2019

Si me seguís por Twitter (@CMarcapaginas) habréis visto que estoy participando en un reto de escritura creativa llamado #OrigiReto en su edición de 2019. Ha sido creado por Katty (@Musajue) y Stiby (@Stiby2)





Tenéis toda la información en los blogs de las creadoras ( La pluma azul de Katty y Sólo un capítulo más)

Relato SEPTIEMBRE- Jenna



Marga sabía que hoy era el día. Lo notaba, lo sentía. No paró de retocarse el moño hasta llegar a la cafetería. Esperaba que Jenna llegase puntual. ¿Sería de esa clase de personas?

En realidad, tenía la corazonada de que sí, de que estaría allí, aunque llegaba con diez minutos de adelanto. Inexplicablemente, sentía que sabía todo sobre ella. Eran tan parecidas pero a la vez tan diferentes que muchas veces se encontraba a sí misma releyendo los mensajes que le mandaba y sintiéndose completamente identificada. Aun así, ella era mil veces más lanzada de lo que Marga sería nunca. Le encantaba llevarle la contraria al mundo entero y disfrutaba resaltando en la multitud. Ella era todo lo contrario, tímida y callada, ser el foco de atención le daba pánico.

Se habían conocido hacía unos meses por Twitter. El perfil de Jenna estaba lleno de banderas orgullosas de su sexualidad y reflexiones sobre arte que denotaban mucha introspección. Marga se había topado ya con varios tweets suyos y al principio le hizo gracia porque sus padres siempre le habían dicho que habían pensado llamarla Jenna hasta que una tía segunda falleció y finalmente le pusieron su nombre. Esa podría haberse quedado en una curiosa casualidad, pero la verdad es que contenido le había gustado, aunque no se había atrevido a interactuar. El primer ‘like’ cayó por error, mientras escuchaba distraída una larga perorata de su hermana. Jenna no tardó mucho en empezar a seguirla. Marga compartía mayormente imágenes de su gata y covers que hacía con su violín de sus canciones de k-pop favoritas. No pensaba en absoluto que eso pudiera interesarle a nadie. Pero a ella le interesó.

Tenían muchos gustos en común y poco tiempo después comenzaron a retwittearse masivamente. El timeline de la una era casi un reflejo del de la otra, y esa imagen la hacía sonreír. Pero lo cierto es que su primer mensaje directo llegó tras un tweet de corte político que publicó Marga. Aunque no estaba acostumbrada a hablar de esa clase de temas, la última iniciativa política del presidente de su país le había encendido sobremanera. Eso y que, desde que seguía a Jenna, se sentía más valiente. No se esperaba un mensaje suyo, pero menos aún que le preguntase sobre el tema, pidiéndole que se lo explicase con más detalle. A Marga le parecía imposible que alguien no estuviera al tanto de la polémica, pero se la explicó. Ese fue sólo el comienzo.

Habían pasado seis meses hablando a diario. Nunca había encontrado a nadie que la entendiera tan bien. Y, además, era la primera vez que se sentía realmente escuchada. Hasta entonces, en sus relaciones, Marga se situaba en un segundo plano, en una posición pasiva en la que escuchaba y apoyaba. Pero con ella no se sentía así. Se habían llegado a conocer muy bien. Jenna era física de profesión y adoraba desvariar sobre los misterios del universo. Trabajaba en un laboratorio y sus proyectos eran altamente confidenciales. Además de eso, adoraba con toda su alma la música, al igual que Marga, que estaba contenta con su puesto como violinista profesional en una gran orquesta.

Como no podía ser de otra forma, Marga se había enamorado.

Y se sentía correspondida.

Y le había pedido una cita.

Todo había sido demasiado loco, demasiado espontáneo. Pero no se arrepentía en absoluto. Nunca había visto una foto de Jenna, pero sabía que la reconocería en cuanto la viese.

No le sorprendió no encontrar a ninguna chica sola en el local porque había llegado pronto, aunque lo cierto es que se sentía un pelín decepcionada. Se pidió un café y se sentó en la mesa más apartada de la cafetería, rezando porque ella le reconociese. Aunque, la verdad, era fácil si se tenía en cuenta el violín que descansaba a sus pies.

Los minutos pasaron y Jenna no cruzó la puerta. Un par de chicas lo hicieron, pero en ambos casos Marga supo que no eran ella.

Entonces recibió un mensaje de la joven, preguntándole donde estaba sentada. Marga le respondió con el lugar y una foto. Pasaron otro par de minutos.

‘Ya estoy’

Pero por más que miraba a su alrededor, no había nadie nuevo en la cafetería. Jenna le mandó una foto del lugar, era el mismo. Marga comenzó a respirar pesadamente, no entendía nada. Empezó a girarse nerviosa en todas direcciones. Llegó otro mensaje.

‘Estoy aquí…
Pero tengo algo que contarte’

A Marga se le cortó la respiración. Y llegó una foto.

En ella se podía ver a una chica exactamente igual que ella, los mismos ojos verdes, el mismo pelo negro que caía en ondas. La chica de la foto estaba más maquillada y llevaba un piercing en la nariz. Pero, pese a ello, el parecido era innegable.

‘Estoy aquí’ volvió a decirle por mensaje ‘Pero en otro universo’

Marga se quedó paralizada. Aquella broma superaba con mucho el peor plantón que nunca hubiera sufrido. No había necesidad de inventarse una historia así. Se echó a llorar.

‘Sé que no me crees. Sé que parece una locura. Pero mira’

Otra fotografía. En esta se veía a la misma chica de antes sosteniendo un periódico con la fecha del día y la portada rezaba ‘La presidenta Hillary Clinton clausura el Encuentro Internacional del Clima’ acompañado por una foto de la mujer, sonriente, posando delante de las Torres Gemelas.

Marga tuvo que reconocer las grandes capacidades de su amiga para el Photoshop. Se estaba ya levantando entre inmensos sollozos para irse cuando llegó el mensaje que hizo que tuviera que sentarse y se olvidara de respirar.

‘La tía Marga murió un año después de que yo naciese. Por eso me llamo Jenna y no Marga como tú. Mi hermana pequeña se llama Marga.’

Estaba segura de no haberle contado nunca esa historia. Se puso a revisar los mensajes compulsivamente.

‘No me lo has contado. Pero yo si te he contado que soy física, que trabajo en un laboratorio…
Lo que no te he contado es que encontré la manera de acceder al Internet de uno de los múltiples multiversos que existen.
Que decidí integrarme como una más por pura curiosidad.
Que así te conocí y en seguida supe que eras mi versión en ese universo’

Marga sentía que se iba a morir. Nada de aquello podía ser real. Pero la historia de su tía le hacía cuestionárselo todo.

‘Y tampoco te conté que me he enamorado de ti.’
  • Objetivo#20 Cita que es un desastre
  • Objeto oculto#10 Instrumento musical y #13 Un mensaje instantáneo